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Hacia Una Política Nacional de Suelo
El pasado 13 de noviembre se llevó a cabo un encuentro exclusivo para miembros de ULI México en el Centro Cultural Digital para presentar...
La discusión sobre el proyecto del Tren Maya inicia por su propio nombre: no se trata de un proyecto de transporte, es un proyecto de Desarrollo Regional. La ruta ferroviaria de 1,460km que compone el proyecto, se extiende por los Estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo y sus 18 estaciones darán servicio tanto a pasajeros locales y turistas como al transporte de carga.
Encabezando el panel, el titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo FONATUR, el arquitecto Rogelio Jimenez Pons, puntualizó el objetivo principal de este proyecto: “el bienestar de los habitantes de la región”. Se logrará esta meta mediante la generación de empleos directos y de los beneficios que trae consigo la propia movilidad.
Durante el panel, Adela Rangel ejemplificó la creciente problemática de los asentamientos irregulares alrededor del tren de la región del Bajío, situación que pudiera replicarse en el caso del proyecto del Tren Maya, sumado a un sistema de asentamientos irregulares que ya afectan la zona, principalmente en temas ambientales y de seguridad. “La sociedad mexicana tiene que entender que este proyecto va a traer muchas cosas que se negaron al sureste mexicano en las administraciones pasadas” comenta el Director Jurídico de FONATUR, Alejandro Varela. Las vías llevan consigo beneficios directos para la población en términos de seguridad con la instalación de tres líneas fibra óptica para la seguridad y vigilancia que se conectan con los respectivos C5 (Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano) Estatales, la visibilidad y los de la planeación urbana.
Se abordó en la conversación el problema ambiental relacionado al impacto que tendrá la urbanización (formal e informal) como consecuencia del proyecto, más que por la implantación de vía propiamente, ya que incluso el derecho de vía es 95% existente. El Dr. Eduardo López Moreno director de ONU – Hábitat México, nos compartió el esfuerzo que se ha hecho por analizar de forma particular las regiones de este territorio y considerar éste, un proyecto de Ordenamiento Territorial. También habló de la visión del proyecto como un “Macro-diseño de sustentabilidad”. Finalmente, el Dr. López Moreno explicó la participación de otra organización de la ONU con relación a la protección y recuperación patrimonial, la UNESCO. Parte de este proyecto es también un entramado de estrategias para proteger las zonas arqueológicas, coloniales y los centros históricos de la región, patrimonio de México.
El Arq. Jiménez Pons profundizó en la descripción del enorme esfuerzo de análisis que se ha llevado a cabo para respaldar estas iniciativas, sumando al equipo el apoyo de la academia con la integración de las universidades IPN, la UNAM y la UAM. Desde el planteamiento de este proyecto, las agencias de las Naciones Unidas, la UNESCO en temas de patrimonio cultural, la UNOPS para la estructura de las licitaciones y ONU- Hábitat para la configuración de las estrategias de ordenamiento territorial. En la parte técnica, la empresa británica STEER ha estado a cargo de la definición del trazo, MEXTYPSA como asesoría técnica y la española SENER en el desarrollo de la ingeniería básica. Y parte esencial para analizar la factibilidad de este macroproyecto, tanto en lo legal como financiero, se ha desarrollado por múltiples secretarías de Estado en conjunto con Price Waterhouse Coopers en el análisis financiero y por Woodhouse Lorente Ludlow, la reconocida firma de asesoría legal.
Entre los asistentes, una fuerte preocupación fue la estación de Xpujil y los peligros que esto representa de una urbanización que merme el suelo de conservación de la Reserva Ecológica de Calakmul. Alejandro Varela explicó que uno de los problemas que ataca fuertemente a esta reserva, es el de los asentamientos irregulares, que cada año le roban a la reserva unas 140has. Varela comentó que la intervención que se hará con el paso del tren, la estación y servicios en Xpujil, representarán 270has retiradas una sola vez en la historia de la reserva, pero que darán la posibilidad al Estado de vigilar la integridad de esta zona de conservación. Además de esto, comentó que se tiene programada la adquisición de una considerable área para ser añadida a la zona de preservación ecológica en compensación.
Para los que formamos ULI Mexico, saber que hay un equipo tan profesional desarrollando este proyecto fue una excelente noticia, sin embargo, lo que valoramos más en particular de este evento, fue la apertura y el diálogo tan productivo que pudimos tener con el equipo de FONATUR y ONU-Hábitat tanto en el panel como por parte de los asistentes.
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